Esta es una versión adaptada de la antigua técnica tibetana enfocada para quien no vive en un monasterio, puede ser practicada a cualquier hora del día y con el estómago vacío.
Con la práctica de esta meditación podrás:
- Tener una sensación de paz.
- Tener una sensación de fusión con el misterio de la existencia.
- Abrir el corazón.
- Ayudarte a tener relaciones más armónicas con los demás.
Con tu cuerpo y tu mente totalmente sintonizados, puedes “escapar de su agarre” y convertirte en un testigo de ambos.